Antitusígenos en pacientes con función renal alterada. Volver a Dicaf
Guaifenesina y codeína son fármacos del grupo de los antitusígenos que merecen consideraciones especiales cuando son administrados a pacientes con función renal disminuida.

Los fármacos que se utilizan para tratar enfermedades del sistema respiratorio son diversos y las formas farmacéuticas que los contienen han experimentado avances notables en las últimas décadas, principalmente con el desarrollo de novedosos dispositivos de inhalación cuyo propósito principal es mejorar la efectividad, al conseguir que el principio activo llegue directamente a las vías respiratorias, aumentando de esta manera la seguridad, ya que requieren una menor utilización de la vía sistémica para su administración. Sin embargo, algunos de estos fármacos se eliminan por vía renal y pueden afectar al paciente con insuficiencia renal. Los antitusígenos constituyen uno de los grupos de fármacos utilizados para el tratamiento de enfermedades respiratorias que deben ser usados con precaución en este tipo de pacientes.

Existe evidencia clínica que pone de relieve la capacidad potencial de generar insuficiencia renal aguda secundaria al uso de guaifenesina y al consumo excesivo de dextrometorfano. La guaifenesina es un medicamento de venta sin receta médica que ha sido implicado en nefrolitiasis inducida por fármacos. Dextrometorfano se excreta por vía renal y se sabe que también presenta una pobre solubilidad en la orina. Por tanto, ambos medicamentos tienen el potencial de precipitar cuando son ingeridos en gran cantidad, lo que puede conducir a la obstrucción aguda de los uréteres y a la insuficiencia renal. Se conocen casos de pacientes con obstrucción uretral bilateral e insuficiencia renal aguda que se sospecha que es secundaria a la precipitación de los metabolitos de antitusígenos en la orina.

Otro antitusígeno con implicaciones especiales en enfermos renales es la codeína que requiere ajuste del régimen de dosificación en algunos pacientes con uremia que reciben terapia de codeína con dosis múltiples. Además es relevante tener en cuenta que la codeína se bioactiva como morfina por el citocromo hepático P450 2D6 (CYP2D6), y por lo tanto su eficacia y seguridad vienen determinados por la actividad de CYP2D6. De hecho, los polimorfismos son una causa importante de variabilidad del genotipo CYP2D6 por lo que existen determinadas recomendaciones terapéuticas para la codeína atendiendo a dicho genotipo. Estudios como el de Molanaei et al han investigado la influencia del polimorfismo CYP2D6 en la disposición de codeína en hemodiálisis de pacientes con enfermedad renal terminal. En este caso concreto se evaluó, utilizando la codeína como medicamento modelo, la influencia de tres factores en la disponibilidad de fármacos: el polimorfismo genético, la excreción renal de los metabolitos de los fármacos y la posible eliminación por hemodiálisis. Los resultados obtenidos mostraron que la formación de los metabolitos codeína M3G y M6G era dependiente del genotipo CYP2D6, como se mostraba previamente en individuos sanos. La eliminación de glucurónidos en estos pacientes estuvo ausente hasta que se realizó hemodiálisis. Por tanto estos factores deben ser tenidos en cuenta cuando los medicamentos metabolizados por CYP se prescriben en pacientes en hemodiálisis con enfermedad renal grave.



The Pharmaceutical Letter Reedición 2015; Lib. XVI; nº. 19