Brivaracetam. Posicionamiento en el tratamiento de la epilepsia. Volver a Dicaf
Brivaracetam, con autorización como terapia adyuvante en adultos y adolescentes a partir de 16 años de edad, solo ha sido comparado con placebo sin tener datos comparativos respecto de otros antiepilépticos, lo que supone una importante limitación para el posicionamiento de este medicamento. Brivaracetam no ha demostrado ventaja terapéutica frente a levetiracetam, medicamento establecido con el que comparte mecanismo de acción.

La epilepsia es una alteración neurológica caracterizada por una predisposición mantenida a generar crisis epilépticas y por las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales de esta alteración. La prevalencia de epilepsia activa varía ampliamente entre 2,7 y 40 personas por cada 1.000 habitantes, aunque la mayoría de los estudios la sitúan en torno a 8 de cada 1.000 habitantes. En España se calcula que hay unos 400.000 pacientes epilépticos, con una incidencia anual de 31 a 57 personas por cada 100.000 habitantes, lo que supone un total de entre 12.400 y 22.000 casos nuevos cada año. Aproximadamente el 5% - 10% de la población experimentará una crisis a lo largo de su vida y hasta un 20% de estos tendrán crisis recurrentes. El pronóstico de los pacientes al inicio de su epilepsia, puede categorizarse en tres grupos: pacientes con remisión espontánea (20- 30%); remisión por antiepilépticos (30 -40%); y persistencia de crisis epilépticas (20 -30%).

El tratamiento con antiepilépticos se debe iniciar cuando el paciente tenga un riesgo elevado de sufrir crisis de forma recurrente. Existen una gran variedad de fármacos antiepilépticos, la selección de estos dependerá de la eficacia del fármaco para los diferentes tipos de epilepsia, perfil de efectos adversos, posibles interacciones con el resto de medicación, características del paciente. La experiencia clínica muestra que el tratamiento con un solo fármaco antiepiléptico es efectivo para controlar las crisis epilépticas en la mayoría de los pacientes, facilita el cumplimiento y disminuye la posibilidad de efectos adversos. Alrededor de la mitad de los pacientes que inicien tratamiento en monoterapia conseguirán un buen control de la enfermedad con el primer antiepiléptico prescrito. La mayoría de los pacientes que responden al tratamiento se controlan bien con la medicación durante los dos primeros años siguientes al diagnóstico. El tratamiento recomendado como primera línea en monoterapia por la Sociedad Española de Neurología en las crisis parciales según la evidencia es: lamotrigina, oxcarbazepina y le vetiracetam, tanto en niños como adultos. En terapia en combinación han demostrado evidencia de eficacia en crisis parciales refractarias: clobazam, topiramato, lamotrigina, gabapentina, tiagabina, oxcarbazepina, levetiracetam, zonisamida, pregabalina, lacosamida, eslicarbazepina. Cabe destacar que recientemente se ha suspendido el inicio de nuevas terapias con retigabina por sus efectos adversos idiosincráticos dermatológicos y oculares. Perampanel también ha sido autorizado en terapia añadida en crisis parciales refractarias.

La epilepsia farmacorresistente se define como la incapacidad de obtener un control de las crisis cuando se han utilizado de forma adecuada 2 antiepilépticos, bien en monoterapia secuencial o en combinación. Actualmente a pesar de que existen múltiples fármacos antiepilépticos, muchos pacientes con epilepsia continúan teniendo crisis refractarias, efectos secundarios difíciles de manejar e interacciones que complican el tratamiento. Las opciones terapéuticas autorizadas en España en terapia concomitante en este tipo de epilepsia son: clobazam, topiramato, gabapentina, tiagabina, lamotrigina, oxcarbazepina, levetiracetam, zonisamida, pregabalina, lacosamida, eslicarbazepina, tiagabina y perampanel. Existen además otras alternativas terapéuticas a la terapia farmacológica como son la cirugía o radiocirugía gamma, la estimulación del nervio vago mediante electrodos, la estimulación cerebral profunda y dieta cetogénica.

Brivaracetam (Briviact ®) ha sido autorizado para el tratamiento como terapia adyuvante de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en adultos y adolescentes, a partir de 16 años de edad, con epilepsia. Brivaracetam solo ha sido comparado con placebo sin tener datos comparativos respecto de otros antiepilépticos, lo que supone una importante limitación para el posicionamiento de este medicamento. Brivaracetam no ha demostrado ventaja terapéutica frente a levetiracetam, medicamento con el que comparte mecanismo de acción, y no se recomienda su uso como primera opción en pacientes que ya hayan sido tratados con levetiracetam. La combinación de levetiracetam y brivaracetam no ha demostrado eficacia en los ensayos clínicos y por ello tampoco se recomienda su combinación. Brivaracetam presenta un perfil de seguridad similar al descrito previamente para levetiracetam.



Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios 2017; Ref. IPT, 8/2017. V2