¿Omega 3 para la depresión? Volver a Dicaf
Una revisión de Cochrane determina que en la actualidad no existen suficientes pruebas de alta calidad que avalen la eficacia de una intervención con ácidos grasos omega-3 como tratamiento para el trastorno depresivo mayor.

El trastorno depresivo mayor (TDM) se caracteriza por un bajo estado de ánimo y una acentuada disminución del placer y del interés en todas las actividades. Se trata de una condición altamente debilitante, difícil de tratar, con altas tasas de recurrencia, y marcada repercusión negativa sobre la persona que la padece y la sociedad en general.

Algunas líneas de evidencia exploradas recientemente sugieren, aunque con poca contundencia, como posible opción de tratamiento el uso de ácidos grasos poliinsaturados n-3 (n-3PUFAs), también denominados grasas omega-3, presentes en los pescados grasos, determinados mariscos y algunos frutos secos y semillas. Un grupo de investigación de la red independiente Cochrane ha llevado a cabo un meta-análisis de los trabajos que pudieron ser localizados en las bases de datos científicas hasta mayo de 2015, centrados en evaluar el efecto sobre el TDM de la suplementación con ácidos grados omega-3. Para ser tenidos en cuenta los trabajos debían cumplir: que fueran ensayos controlados aleatorios; que la intervención se realizara con n-3PUFAs; que la valoración se realizara frente algún comparador (ya fuera placebo, tratamiento antidepresivo estándar, o ausencia de tratamiento); que los resultados midieran la sintomatología depresiva (utilizando una escala validada); y que fueran llevados a cabo en adultos con trastorno depresivo mayor. Se localizaron un total de 24 ensayos controlados con placebo (n=1.438) y otro más de comparación directa sobre tratamiento antidepresivo (n=40).

En general, los autores encontraron una marcada heterogeneidad entre los trabajos analizados, principalmente respecto de la medida de la sintomatología depresiva, con poco número de participantes, juzgados como de calidad baja o muy baja, y con probable riesgo de sesgo hacia un resultado positivo para los n-3PUFAs. Los resultados obtenidos en los ensayos contra placebo sugieren un cierto efecto positivo, entre leve y moderado, de la suplementación con omega-3 sobre la sintomatología depresiva, aunque con poca probabilidad de que ello suponga un efecto clínicamente significativo. En el único estudio comparado utilizando tratamiento antidepresivo como comparador, la conclusión fue que no existieron diferencias entre intervención y tratamiento, pero solo participaron en él 40 pacientes y la calidad del trabajo era cuestionable.

En opinión de los autores, no existe por tanto, evidencia de alta calidad que permita situar el uso de ácidos grasos omega-3 como tratamiento para el trastorno depresivo mayor y consideran relevante que las personas que sufren de depresión sean conscientes de ello, de manera que puedan tomar decisiones más informadas sobre las posibles opciones de tratamiento.



Cochrane Library 2015; doi: 10.1002 / 14651858.CD004692.pub4