Consecuencias no deseadas de una dieta sin gluten. Volver a Dicaf
Un estudio realizado con una muestra representativa de la población estadounidense encuentra mayores concentraciones de mercurio y arsénico en orina en los seguidores de dietas celíacas.

Con el fin de evitar un daño intestinal severo, las personas con enfermedad celíaca deben abstenerse del consumo de productos que contengan gluten, la parte proteica presente en el trigo y otros cereales de la familia de las gramíneas. Sin embargo, y sin causa que lo justifique, muchas personas sin la condición ni alergias conocidas están optando por seguir de forma voluntaria este tipo de régimen. En los Estados Unidos el fenómeno de renunciar o restringir la ingesta de gluten ha adquirido gran popularidad, y a pesar de que menos del 1% de los estadounidenses son celíacos diagnosticados, una encuesta sobre los hábitos alimentarios de los estadounidenses recogió que un 25% de los consumidores de este país manifestaron consumir alimentos sin gluten en 2015, un aumento del 67% respecto de 2013.

Los productos libres de gluten presentan con frecuencia arroz como elemento sustitutivo. El arroz es una fuente reconocida de exposición al arsénico y al metilmercurio y existe una evidencia emergente de que los productos de arroz pueden contener altos niveles de estos metales tóxicos, acumulados a partir de su presencia en el agua, el suelo o fertilizantes utilizados en su cultivo. La exposición a estos metales se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades crónicas. A partir de esta observación, un grupo de trabajo de la Universidad de Illinois en Chicago, EE.UU, una investigación se interesó por conocer los valores de metales tóxicos presentes en personas consumidoras de productos para celíacos.

A partir de los datos recogidos entre 2009 y 2014 de los 7.471 individuos representativos que conformaban la ‘Encuesta de Examen Nacional de Salud y Nutrición’, el equipo identificó a 73 participantes que se auto-declararon adscritos a una dieta celíaca. Los investigadores analizaron las asociaciones transversales entre esta condición (dieta libre de gluten) y los biomarcadores urinarios y sanguíneos de exposición a metales tóxicos. En los resultados de los análisis ajustados se encontraron mayores concentraciones de arsénico total urinario, arsénico estimado urinario, ácido dimetilarsónico urinario, cadmio urinario y mercurio total en sangre entre los que seguían una dieta sin gluten que entre los que seguían una dieta estándar. Como ejemplo concreto, la concentración media geométricamente ponderada del arsénico total urinario estimado fue casi el doble entre los que seguían en una dieta sin gluten que entre los que sí consumían este tipo de proteínas. Las asociaciones entre dieta celíaca y plomo urinario o sanguíneo, cadmio sanguíneo y mercurio inorgánico en sangre fueron casi nulas. Cuando se restringió la muestra a únicamente los adultos (mayores de 20 años),  con ajuste en función de ingresos y nivel educativo, los resultados obtenidos no fueron muy diferentes.

Estos resultados sugieren que los estadounidenses que siguen dietas sin gluten pueden estar expuestos a mayores niveles de arsénico y mercurio, lo que puede llegar a tener importantes implicaciones para su salud. Los autores sugieren la necesidad de más ensayos futuros para un exámen global de la situación que podría ayudar a mejoras en la legislación ya que, al contrario de lo que ocurre en Europa, los alimentos distribuidos en los EE.UU no presentan una limitación legal en la cantidad de mercurio que presentan.



Epidemiology 2017; doi: 10.1097 / EDE.0000000000000640