Sesión Bibliográfica. 01 de Abril de 2001 (25)

La depresión es, después de la hipertensión, la segunda enfermedad crónica más común vista en medicina general. Si no está bien diagnosticada y bien tratada, la depresión conlleva pérdida de productividad, decaimiento funcional e incremento de mortalidad. Una terapia apropiada mejora la vida cotidiana y el estado general de salud de los pacientes con depresión. La depresión mayor se caracteriza por un ánimo depresivo y/o pérdida de interés por todas las actividades durante al menos 2 semanas, acompañado de al menos 3 o 4 de los siguientes síntomas: insomnio o hipersomnia, fatiga o pérdida de energía, sensación de inutilidad o culpabilidad, capacidad de concentración disminuida, cambio sustancial del apetito o de peso, agitación o enlentecimiento psicomotor y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. El tratamiento debe instaurarse si la probabilidad de que el paciente se recupere espontáneamente durante las siguientes 2-4 semanas es mínima, o si creyendo que no es necesario, se inicia una terapia de soporte que resulta insuficiente a las pocas semanas. Los antidepresivos, junto con la psicoterapia, son tratamientos efectivos para la depresión mayor. La depresión debe tratarse agresivamente en aquellos pacientes que sufren otras patologías, ya que la depresión incrementa la sensibilidad al distrés somático, conduce a una disminución de los auto-cuidados y empeora el pronóstico de patologías asociadas, como las cardiovasculares. También debe iniciarse tratamiento antidepresivo en aquellos pacientes con demencia que cumplen los criterios de depresión mayor. La depresión coexiste frecuentemente con otras alteraciones psíquicas. En pacientes con ansiedad concomitante debe tratarse primero la depresión, ya que pueden mejorar los síntomas de ambas patologías. Los pacientes con historia de manía, psicosis u otra alteración psiquiátrica mayor deben referirse a un especialista. Las sustancias de abuso no deben considerarse una contraindicación. El tratamiento agresivo de la depresión puede disminuir el uso del tabaco, el alcohol y posiblemente otras drogas de abuso.
Palabras claves:
  • PATOLOGIAS
  • DEMENCIA
  • DROGAS
  • ALCOHOL
  • TABACO
  • INDICACION
  • DIAGNOSTICO

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.