DICAF

La faringitis se presenta con irritación de garganta, fiebre y malestar general que incomodan enormemente al paciente, sin embargo, en general se trata de una enfermedad benigna y autolimitante. Las bacterias más comúnmente asociadas a la faringitis son los estreptococos del grupo A, responsables del 15-30% de las faringitis en niños y del 5-10% en adultos. Además, la faringitis estreptocócica-A es una afección en la cual la terapia antibiótica está claramente indicada, por lo tanto su diagnóstico es básico. Los estreptococos de los serogrupos C y G se asocian a contaminaciones por agua o alimentos conduciendo a una epidemia de faringitis que a veces conduce a glomerulonefritis. Se desconoce, en este caso, el beneficio de la terapia antimicrobiana, pueden utilizarse las penicilinas, como en los estreptococos tipo A, aunque la terapia debe ser de menor duración. Nunca se ha asociado a un estreptococo no-A a fiebre reumática. La difteria puede causar faringitis, aunque actualmente su presencia es poco frecuente. Se caracteriza por una pseudomembrana grisácea/marronosa ""diftérica"" en la faringe y habitualmente se extiende alrededor de ella. Su diagnóstico debe confirmarse por cultivo. Se trata con antitoxina hiperinmune y penicilina o eritromicina. Otras faringitis bacterianas, raramente diagnosticadas son causadas por: - Arcanobacterium haemolyticum - causa faringitis en adolescentes y adultos jóvenes, clínicamente es similar a la faringitis estreptocócica con erupción escarlatiforme. El tratamiento de elección es con eritromicina. - Neisseria gonorrhoea - habitualmente asintomática, asociada a la práctica de la felación. En casos no complicados el tratamiento consiste en una dosis única de ceftriaxona intramuscular o de una quinolona oral. En caso de asociarse a infección genital por clamideas debe asociarse una dosis unica de azitromicina o doxiciclina, dos veces al día durante 7 días.