Sesión Bibliográfica. 01 de Diciembre de 2002 (43)

El virus varicela-zoster causa 2 síndromes distintos. La infección primaria se presenta como varicela, una enfermedad contagiosa y generalmente benigna que se presenta en forma de epidemias entre los niños susceptibles. Las reactivaciones posteriores del virus latente en la cadena ganglionar dorsal se presentan en forma de erupción cutánea localizada llamada herpes zoster y aparece habitualmente cuando existe una disminución de la inmunidad celular, causada por tratamientos o enfermedades inmunosupresores, o de forma natural por la edad. En la fase inicial del herpes zoster el paciente sufre cefalea, fotofobia y malestar general, habitualmente sin fiebre y la enfermedad empieza con una sensación anormal localizada en la piel que puede ir desde una ligera inflamación hasta un dolor intenso y al cabo de 1 a 5 días aparecen las lesiones cutáneas inicialmente en forma de eritema maculopapular, posteriormente progresan a vesículas que en unos días evolucionan y se secan. La cicatrización dura de 2 a 4 semanas y a veces deja marcas y pigmentación permanentes. La erupción cutánea es unilateral y no cruza la línea media. El dolor es una característica general en todos los pacientes con herpes zoster, aunque la intensidad es muy variable de un paciente a otro. La neuralgia postherpética, definida como el dolor que persiste más de 30 días después del inicio de la erupción cutánea o después de la cicatrización de las vesículas, es la complicación más temida en el paciente inmunocompetente. La incidencia y duración de la neuralgia postherpética es directamente proporcional a la edad del paciente. El dolor postherpético puede persistir durante meses y ocasionalmente durante años. Además del dolor neuropático, otra complicación del herpes zoster son alteraciones a nivel sensorial. Las complicaciones del herpes zoster en un paciente inmunocompetente incluyen encefalitis, mielitis, paralisis del nervio periférico y craneal y el síndrome de hemiparesia contralateral tardío. En el paciente inmunodeprimido la enfermedad puede diseminarse a distintos órganos y producir neumonitis, encefalitis o hepatitis; cuando se presenta diseminación visceral la mortalidad oscila entre el 5 y el 15%. La retinitis es una complicación importante, sobretodo en el paciente VIH-positivo, que responde poco al tratamiento antiviral y puede evolucionar a ceguera. En el paciente inmunocompetente es menos agresiva y habitualmente responde a la terapia antiviral.
Palabras claves:
  • ERUPCION
  • INMUNOCOMPETENTE
  • INMUNODEPRESION
  • ENCEFALITIS
  • NEURALGIA
  • RETINITIS
  • NEUMONITIS

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.