Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 2003 (44)

Actualmente hay lagunas sin resolver dentro de la terapia antiemética como es el caso de la terapia de rescate, los vómitos anticipados y la quimioterapia a altas dosis. El objetivo inicial es evitar las náuseas y vómitos administrando desde un principio el régimen antiemético más efectivo adecuado a las características del paciente y al potencial emetógeno de la quimioterapia, pero todavía hay pacientes que no responden a pesar de la profilaxis. Terapia de rescate: Son los antieméticos administrados a demanda en el paciente que no ha respondido al tratamiento profiláctico. La ASCO (American Society of Clinical Oncology) y la ASHP ( American Society of Clinical Oncology) recomiendan: - Realizar una valoración de la quimioterapia, tumor, otras enfermedades que presente el paciente y fármacos concomitantes. - Evaluar el régimen antiemético que esté recibiendo el paciente, y administrar la terapia que corresponda a mayor riesgo emetógeno. - Sustituir o añadir un agente de otro grupo farmacológico - Aumentar la dosis del antiemético inicial hasta el máximo, dentro de un rango aceptable. Existe un gran número de fármacos y patologías que pueden inducir emesis, aunque no necesariamente deben incrementar las náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia. Además, el patrón de aparición de la emesis puede hacernos sospechar de otras posibles causas. Respecto al tratamiento, los antiserotoninérgicos son eficaces en pacientes que no responden a otros antieméticos y aumentar su dosis puede dar resultado. Los fármacos utilizados como segunda línea antiemética son las fenotiazinas (clorpromazina, tietilperazina), benzamidas sustituidas (metoclopramida, cisaprida), butirofenonas (haloperidol, droperidol), corticoides (dexametasona y metilprednisolona), lorazepam y nabilona. La metopimazina (antagonista dopaminérgico fenotiazínico) es el fármaco que más se ha estudiado dentro de la terapia de rescate, diversos ensayos clínicos han demostrado su utilidad asociado a antiserotoninérgicos. La sustitución de un antiserotoninérgico por otro no parece que mejore la eficacia del tratamiento. Ante un paciente que continua con náuseas y vómitos persistentes es conveniente valorar una modificación del régimen quimioterápico. También puede disminuir el riesgo de emesis enlentecer la velocidad de infusión. Emesis inducida por quimioterapia a altas dosis: Más de la mitad de estos pacientes siguen presentando vómitos en algún momento. Se recomienda la administración de un corticoide más un antiserotoninérgico pero no se conoce cual es la pauta y dosis más adecuada del antiserotoninérgico, en muchos estudios se ha evaluado la infusión continua. Aportación de la nabilona a la terapia antiemética: Es un derivado cannabinoide aprobado recientemente como antiemético en los pacientes que reciben quimioterapia. Los estudios realizados son pocos y con tamaño de muestra pequeños. Recientemente se ha publicado una revisión sistemática donde los cannabinoides demostraron ser algo más efectivos que otros fármacos utilizados para esta indicación. Las dosis recomendadas para la nabilona son de 1-2 mg cada 12 h administrando la primera dosis de 1 a 3 h antes de la quimioterapia, la dosis máxima diaria es de 6 mg y no puede utilizarse más de 48 h. Los antagonistas de los receptores NK1: Los antagonistas del receptor NK1 han demostrado utilidad terapéutica en la emesis producida por quimioterapia. Según los estudios realizados estos fármacos presentan una eficacia igual o incluso inferior a la combinación de los antiserotoninérgicos corticoides en la prevención de vómitos agudos post-quimioterapia, son superiores a placebo en la prevención de la emesis retardada y las reacciones adversas son leves. De todas formas, se deben realizar más estudios que clarifiquen su papel en terapéutica.
Palabras claves:
  • RECEPTORES_NK1
  • ANTIEMÉTICOS
  • RESCATE
  • REFRACTARIO
  • VÓMITOS
  • CANNABINOIDES
  • EMESIS_ANTICIPADA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.