Sesión Bibliográfica. 01 de Abril de 2003 (47)

En este artículo los autores hacen una revisión de la eficacia de la vacuna de la varicela. Esta es la enfermedad exantemática más frecuente en la población de los países desarrollados, en ausencia de vacunación la padece prácticamente el 100 % de la población. La varicela es una enfermedad muy contagiosa y habitualmente benigna aunque a veces puede presentar complicaciones graves. En adultos la incidencia es muy inferior pero el riesgo de complicaciones es de 10 a 20 veces mayor que en niños. La enfermedad tiene unos efectos sociales y económicos importantes. Presenta unos costes directos, originados por la enfermedad y sus complicaciones, y unos costes indirectos, derivados de la carga social que origina el absentismo escolar o laboral del enfermo y de los padres o personas que cuidan al niño. En EEUU en enero de 1997 se incluyó la vacuna de la varicela en el calendario de vacunaciones sistemáticas. En España sus indicaciones están restringidas a la inmunización de pacientes susceptibles de alto riesgo de padecer una varicela grave (inmunodeprimidos o con enfermedades crónicas) y de sus contactos inmediatos susceptibles sanos. La vacuna frente a la varicela ha sido objeto de controversia desde sus orígenes, pero las evidencias científicas disponibles en la actualidad y la experiencia de algunos países como EEUU y Japón, avalan plenamente la necesidad de la inmunización. Se han realizado diversos ensayos clínicos en niños sanos obteniendo unos porcentajes de protección frente a cualquier forma de la enfermedad que oscilan entre el 88 y el 100 %, y el 99 y el 100 % para las formas graves de la enfermedad. Los estudios postcomercialización en EEUU ofrecen resultados espectaculares, con una efectividad del 97-100 % para la prevención de la varicela moderada o grave, y del 83-95% para cualquier forma de la enfermedad. A pesar de que entre el 1 y el 4% de las personas vacunadas desarrollan la varicela, ésta es más leve que la que ocurre en no vacunados. La vacuna también ha demostrado ser efectiva en la profilaxis postexposición para evitar la enfermedad o modificar sus manifestaciones, si se administra en los tres días siguientes a la exposición. Además, otro de los beneficios de la vacunación es la disminución de la incidencia de herpes zoster. Los estudios realizados en EEUU indican que la inmunidad persiste al menos 11 años después de la vacunación en más de 95% de inmunizados. Datos de Japón señalan una duración de la inmunidad de hasta 20 años. El efecto de la vacunación sobre la epidemiología de la varicela en relación con el desplazamiento de la infección a la edad adulta es poco probable si la vacunación se hace de forma universal. El riego de contraer la varicela en el adulto es menor después de la inmunización sistemática ya que disminuye la circulación del virus. También se han llevado a cabo estudios de eficiencia que indican una relación coste-beneficio favorable. El impacto de la vacunación sistemática frente a la varicela en EEUU es evidente. Entre 1995 y 2000 se observaron reducciones en la incidencia de la enfermedad del 71 al 84% con una disminución de la tasa de hospitalización por esta causa.
Palabras claves:
  • VARICELA
  • VACUNA
  • EFICACIA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.