Sesión Bibliográfica. 01 de Mayo de 2003 (48)

Las quemaduras son lesiones en los tejidos al contacto directo con llamas, líquidos, gases o superficies calientes, caústicos químicos, electricidad o radiación. Al lesionarse la piel se pierde la función barrera y protectora de la misma por lo que el organismo es más susceptible a las infecciones. La piel también es responsable de mantener la temperatura corporal por lo que si se pierde la integridad de la misma se pierde el mecanismo regulador. Cuando se trata de quemaduras superficiales, los elementos residuales de la dermis regeneran la piel rápidamente mientras que cuando se trata de quemaduras profundas con pérdida de la dermis, la epitelización debe realizarse desde los bordes y pueden producirse cicatrices deformantes o incapacitantes. En casos muy graves se puede producir cese del flujo sanguíneo en el área quemada. Las quemaduras se clasifican en cuatro grados: - Primer grado: afectación exclusiva de la epidermis. Hay enrojecimiento y dolor y no se forman ampollas. Curan en 3-4 días. - Segundo grado: afectan además a una parte de la dermis. Hay eritema, ampollas, exudado y dolor intenso. La piel puede tardar hasta tres semanas en regenerar y en algunos casos se producen cicatrices. - Tercer grado: afectación de todas las capas de la piel. Aspecto blanquecino, no aparece dolor por quemadura de las terminaciones nerviosas. Se necesitan varios meses para la curación. - Cuarto grado: afecta a todas las capas de la piel y parte de los tejidos subcutáneos. Aspecto blanquecino y seco. Varios meses en curar y suelen requerir injertos de piel. Los objetivos básicos del tratamiento de las quemaduras son: reducir el dolor, proteger el área afectada del aire, prevenir la deshidratación de la piel, suministrar un entorno adecuado para la regeneración de la piel y prevenir la infección. Las quemaduras leves no requieren administración de antibacterianos. En quemaduras superficiales de 2º grado se debe lavar con agua y jabón suave, limpiar con un antiséptico y aplicar un apósito estéril. La utilización de EFP en las quemaduras debe quedar limitada a quemaduras supreficiales epidérmicas y dérmicas en las que no aparezcan signos de infección local. Antes de proceder a la utilización de algún preparado farmacéutico debe determinarse la gravedad de la quemadura. Los principales criterios de derivación al médico son los siguientes: - Quemaduras de segundo grado de gran extensión o en zonas críticas. - Quemaduras de segundo grado superficial en niños o ancianos - Quemaduras de segundo grado profundas - Quemaduras solares graves que afecten a los ojos o a más del 10% de la superficie corporal en niños - Si existe afectación del estado general - Quemaduras inicialmente leves que no epitelizan en una semana o presentan signos de infección - Reacciones de fotosensibilidad a fármacos.
Palabras claves:
  • CICATRIZANTES
  • CUARTO GRADO
  • DERIVACIÓN
  • ANTIBACTERIANOS
  • SEGUNDO GRADO
  • QUEMADURA
  • PRIMER GRADO
  • GRAVEDAD
  • EPIDERMIS
  • DERMIS
  • TERCER GRADO

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.