Sesión Bibliográfica. 01 de Julio de 2003 (50)

El tratamiento se debe instaurar lo antes posible, tras tomar una muestra microbiológica, si es necesaria. La duración en NAC ambulatoria, será de 7 días en caso de betalactámicos y 10 días como mínimo en caso de fluoroquinolonas y macrólidos (salvo azitromicina). Si se requiere ingreso el tratamiento se alarga a 10-14 días, y a 14-21 en caso de L. pneumophila, S aureus o enterobacterias. En caso de anaerobios, el tratamiento puede ser aún más largo. En pacientes con NAC leve, tratada ambulatoriamente, la respuesta suele ser rápida, con mejoría clínica a las 24-48 horas y estabilización a las 72 horas. La mejoría de los parámetros analíticos es más lente, y radiologicamente, se puede observar incluso un empeoramiento de escasa trascendencia en las primeras 24-48 horas, radiologicamente, un 50% de los casos se resuelve a las 2 semanas, el 65% a las 4 y el 75% a las 6. Así, tras el inicio del tratamiento se debe hacer una revisión clínica a las 48-72 horas, y si la evaluación es favorable otras a las pocas semanas. Esta secuenciación se puede cambiar en casos de empeoramiento. En pacientes ingresados, la evaluación ha de ser diaria hasta que mejoren los signos de gravedad. En los casos de mala evolución hay que replantear el diagnostico, identificar patógenos inhabituales, no cubiertos o resistentes, valorar factores locales y la posibilidad de superinfecciones, como las nosocomiales. Esto puede obligar a aumentar el espectro de cobertura, o dirigirlo en función de los patógenos identificados. En los casos de tratamiento por vía endovenosa, esta puede pasar a vía oral cuando el paciente tolere la alimentación oral, no este comprometida la absorción, desaparezcan los signos de gravedad clínica y se produzca una defervescencia de la fiebre, lo que puede producirse a las 48-72 horas. Esto es lo que se llama terapia secuencial, siendo un tratamiento seguro que se asocia a un menor coste, y a una reducción de la estancia hospitalaria. En cuanto a la prevención, se ha demostrado que la vacuna antigripal disminuye la incidencia y el número de ingresos. La vacuna antinemocócica es eficaz en prevenir la enfermedad invasiva, pero no disminuye la incidencia de neumonías no bacteriémicas. Se recomienda en los mismos grupos que la vacuna antigripal, más aquellos pacientes con esplenectomía anatómica o funcional. Ambas vacunas se pueden administrar conjuntamente.
Palabras claves:
  • PREVENCIÓN
  • TERAPIA SECUENCIAL
  • TRATAMIENTO
  • MACRÓLIDOS
  • FLUOROQUINOLONAS
  • NEUMONÍA
  • BETALACTÁMICOS

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.