Sesión Bibliográfica. 01 de Septiembre de 2003 (51)

En España se ha evidenciado que la indicencia media de diabetes en sujetos de alto riesgo, aun aplicando medidas educativas en atención primaria, es muy superior a la media estimada para la población general. Esto hace reflexionar al autor de esta editorial sobre la necesidad de utilizar medicación en la prevencióm de la diabetes tipo 2. Diversos estudios han confirmado el riego cardiovascular en estados prediabéticos, por lo que se debería frenar la progresión desde la prediabetes dirigiendo la intervención a sujetos de alto riesgo con hiperglucemia basal o pospandrial. La resistencia a la insulina es el elemento fisiopatológico clave en el inicio de la diabetes tipo 2. Inicialmente el aumento compensador de la insulinosecreción evita la hiperglucemia, más tarde la disfunción betacelular y su posterior claudicación inducen hiperglucemia, pospandrial o basal, o ambas. La mejoría de la sensibilidad a la insulina plantea de inmediato la promoción de estilos de vida más saludables. Se ha demostrado una asociación independiente entre el índice de grasas poliinsaturadas y saturadas de la dieta, la actividad física y la insulinemia basal. Dos grandes estudios han demostrado que la diabetes tipo 2 se pueden prevenir con cambios del estilo de vida, por lo menos a corto plazo. Aunque la proporción de participantes en los que se evitó la aparición de diabetes fue relativamente baja en comparación con los notables recursos que se dispusieron para conseguirlo. En España se ha realizado un estudio similar pero con menos recursos en el que la intervención no evitó el impacto de la diabetes, sobretodo tras el segundo año y en pacientes con hiperglucemia pospandrial. El fármaco ideal para prevenir la diabetes debería mejorar la insulinorresistencia, la hiperinsulinemia y/o la hiperglucemia sin riesgos sobreañadidos. Además, debería ser más eficaz, más efectivo o más coste-efectivo que la intervención intensiva sobre el estilo de vida. Esto explica que no se haya autorizado ningún fármaco para esta indicación. Parece que las tiazolidindionas (rosiglitazona y pioglitazona) y los agentes restauradores de la respuesta aguda insulinosecretora (nateglinida) podrían ser fármacos útiles en la prevención de la diabetes pero no existen ensayos clínicos que lo hayan confirmado. Sólo dos fármacos han evidenciado su eficacia en ensayos clínicos contralodos: la metformina y la acarbosa. Actualmente se esta desarrolando un ensayo clínico comparativo con metformina y acarbosa. El autor concluye que la educación sanitaria es util en la prevención de la diabetes tipo 2 sobretodo en sujeto de alto riesgo y de forma bien estructurada. Y en cuanto a la medicación, afirma que posiblemente es útil pero no de forma indiscriminada ni tampoco a cualquier precio.
Palabras claves:
  • PREVENCIÓN
  • MEDICACIÓN
  • DIABETES TIPO 2
  • EDUCACIÓN SANITARIA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.