Sesión Bibliográfica. 01 de Septiembre de 2003 (51)

Se define la neumonía como una inflamación aguda del tejido pulmonar producida generalmente por un agente infeccioso. Se denomina neumonía comunitaria o adquirida en la comunidad cuando un paciente adulto inmunocompetente presenta una radiografía de tórax con un infiltrado nuevo acompañado de síntomas como tos, expectoración purulenta o fiebre. El Tratamiento de los pacientes con neumonía adquirida en la comunidad debería realizarse, siempre que sea posible, de manera ambulatoria ya que implica un menor gasto que el tratamiento en el hospital. Para ello se deben conocer los factores de riesgo que pueden influir en la gravedad y pronóstico de la enfermedad y estratificar el riesgo de los pacientes. Esto permitirá saber qué pacientes pueden ser tratados de manera ambulatoria y los que deben recibir tratamiento hospitalario. Para estratificar el riesgo se valen de las características del paciente como la edad y el sexo, si existe alguna patología de base, hallazgos en la exploración física y hallazgos de laboratorio o radiológicos. Según los puntos obtenidos se clasifican en 5 grupos de riesgo: la clase I y II correspondería a individuos de bajo riesgo que pueden ser tratados en el ámbito ambulatorio. La clase III correspondería aún a bajo riesgo aunque debería ser sometido a observación para valora la gravedad. Las clases IV y V corresponderían a los riesgos moderado y alto que requieren un tratamiento hospitalario y cuyas tasas de mortalidad son mayores, 9,3% y 27% respectivamente. El tratamiento se inicia de manera empírica y variará según se trate de pacientes ambulatorios, hospitalizados o ingresados en unidades de cuidados intensivos. En los pacientes que no requieren hospitalización el tratamiento consiste en un antibiótico oral. Si existen dudas sobre si es típica o atípica se puede utilizar las quinolonas o la asociación de un b-lactámico más un macrólido. La duración habitual del tratamiento es de 7 a 10 días excepto con la azitromicina que son tres días. Los fármacos más utilizados son: amoxicilina-clavulánico (500-875 mg/8-12h), cefuroxima axetilo (250-500 mg/8-12h); azitromicina (500 mg/d), eritromicina (500 mg/8h), claritromicina (500 mg/12h), levofloxacino (500 mg/d), moxifloxacino (400 mg/d), gatifloxacino (400 mg/d). Los pacientes que requieren ingreso deben tratarse durante las primeras 48-72 horas vía intravenosa. Puede utilizarse una cefalosporina de 3ª generación más un macrólido o doxiciclina. Puede también utilizarse una fluorquinolona con actividad antineumocócica (levofloxacino, gatifloxacino, moxifloxacino) o un b-lactámico más un macrólido o doxiciclina. En caso de pacientes que por su gravedad requieran ingreso en unidad de cuidados intensivos debería tratarse con cefalosporinas de 3ª generación más un macrólido o fluorquinolona si no hay riesgo de infección por Pseudomonas aeruginosa. En caso de sospecha de Pseudomonas aeruginosa utilizar un b-lactámico con actividad antipseudomonas más aminoglucósido, más fluorquinolona o macrólido.
Palabras claves:
  • NEUMOCOCO
  • RADIOGRAFIA TÓRAX
  • NEUMONÍA TÍPICA
  • NEUMONÍA ATÍPICA.
  • AGENTE CAUSAL
  • NEUMONÍA
  • INTRAHOSPITALARIA
  • FIEBRE
  • NEUMONÍA
  • TOS PRODUCTIVA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.