La incontinencia urinaria (IU), según la International Continence Society, es la pérdida involuntaria de orina objetivamente demostrable que origina un problema social o higiénico. Es un problema más frecuente en la mujer y la incidencia aumenta con la edad. En general es un trastorno mal conocido y poco abordado a pesar de su elevada prevalencia y de la grave afectación de la calidad de vida que experimentan las personas que la sufren.
Según criterios sintomáticos los tipos más frecuentes de IU son: IU de esfuerzo, IU de urgencia e IU mixta. Otros tipos menos frecuentes son la IU continua y la eneuresis nocturna. También se han definido una serie de síndromes indicativos de disfunción del tracto urinario, estos son: síndrome de vejiga hiperactiva, síndrome de disfunción de vaciado vesical y síndrome de dolor genitourinario.
El proceso de diagnóstico y tratamiento de la IU se puede dividir en 4 niveles. El nivel 1 corresponde a la detección de la IU, el nivel 2 se centra en la evaluación inicial para identificar a las pacientes con posibles factores reversibles y a aquellas que requieren una evaluación especializada inmediata, en el nivel 3 se pretende determinar el tipo clínico de IU e identificar a las pacientes que pueden recibir tratamiento conservador y el nivel 4 corresponde a la atención en consulta especializada de enfermedades del suelo pélvico.
El objetivo principal del tratamiento de la IU ha de ser el de mejorar la calidad de vida de las pacientes. El tratamiento conservador de la incontinencia urinaria de esfuerzo consiste en aumentar la resistencia uretral para así evitar que la presión intravesical supere a la intrauretral durante la actividad física. Se está investigando el tratamiento farmacológico con duloxetina, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina y noradrenalina, con resultados prometedores. Los ejercicios de contracción de los músculos del suelo pelviano son la primera opción de tratamiento de la IU de esfuerzo, sobre todo en los casos leves y moderados y pacientes motivadas.
El tratamiento conservador de la incontinencia urinaria de urgencia-vejiga hiperactiva incluye el tratamiento farmacológico con anticolinérgicos y el entrenamiento o reeducación vesical. Dentro del grupo de los anticolinérgicos, la oxibutinina, el cloruro de trospio y la tolterodina son los fármacos disponibles en nuestro medio y que han demostrado se eficacia en ensayos clínicos con placebo. Éstos consiguen una tasa de curación o mejora de los síntomas del 50-60% pero es importante iniciar el tratamiento con la dosis más baja eficaz y controlar los efectos adversos. En cuanto a la reeducación vesical la forma más habitual consiste en realizar micciones programadas.
Palabras claves:
- INCONTINENCIA
- DIAGNOSTICO
- TRATAMIENTO
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.