Sesión Bibliográfica. 01 de Octubre de 2003 (52)

La hipertensión afecta al 25 % de la población en EEUU pero menos del 30% de estos individuos están adecuadamente tratados. La hipertensión es un factor de riesgo para el ictus, infarto de miocardio, fallo renal, insuficiencia cardíaca, aterosclerosis progresiva y demencia. Además se ha demostrado que el tratamiento de la hipertensión disminuye el riesgo de morbi y mortalidad cardiovascular. En la evaluación de la hipertensión es importante una medida cuidadosa de la presión sanguínea y la verificación de la presión elevada en múltiples ocasiones. El objetivo principal del tratamiento de la hipertensión es prevenir la enfermedad cardiovascular y la muerte. Los factores de riesgo cardiovascular coexistentes incrementan el riesgo asociado a la hipertensión y hacen necesario un tratamiento más agresivo. Los pacientes con un nivel 1 de hipertensión (140-159 sistólica o 90-99 diastólica) y con un bajo riesgo de enfermedad cardiovascular pueden ser tratados con modificaciones del estilo de vida durante un año. Los pacientes con nivel 1 de hipertensión y otros factores de riesgo o con un nivel superior de hipertensión deben iniciar tratamiento farmacológico para reducir la presión sanguínea hasta 140/90 mmHg o hasta 130/80 mmHg si el paciente presenta diabetes o enfermedad renal. Las modificaciones en el estilo de vida se recomiendan a todos lo pacientes con hipertensión. Uno de los principales problemas de estas medidas es su continuidad en el tiempo y los pocos ensayos clínicos realizados para evaluarlas. De todas formas, deben ser promovidas ya que son seguras y baratas y, cuando se combinan con el tratamiento farmacológico, pueden favorecer un mejor control de la presión arterial y mejorar la calidad de vida.
Palabras claves:
  • HIPERTENSIÓN
  • TRATAMIENTO

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.