Sesión Bibliográfica. 01 de Diciembre de 2003 (54)

En este artículo se hace una revisión del efecto cardioprotector de los ácidos grasos omega-3 procedentes del pescado. Estos ácidos grasos, que están presentes en mayor proporción en los pescados azules, ejercen múltiples efectos cardiovasculares: inhibición de la aparición de arritmias, disminución de la agregación plaquetaria, efectos globalmente favorables sobre el perfil lipídico, actuación sobre la pared vascular y efecto hipotensor. Se han realizado diversos estudios epidemiológicos para evaluar esta relación. Los primeros estudios fueron de tipo ecológico al observar que los esquimales presentaban menor mortalidad cardiovascular. Otros estudios de cohortes han mostrado que el consumo de ácidos grasos omega-3 reduce la mortalidad por enfermedad coronaria pero no la incidencia. Sin embargo, también se han realizado estudios con un diseño similar que concluyen que no encuentran efecto cardioprotector o que apuntan a un efecto perjudicial. Por otra parte, en otros estudios se demuestra la asociación entre el consumo de ácidos grasos omega-3 y una menor incidencia de enfermedad coronaria no fatal, de estos estudios también se concluye que las poblaciones con bajo riesgo de enfermedad cardiovascular (p. ej. , las mediterráneas) también se pueden beneficiar del consumo de estos compuestos. En el artículo el autor discute sobre las posibles causas de la discrepancia entre estudios, como por ejemplo el distinto diseño del estudio o la distinta metodología empleada. Además, se comenta la posible relación entre el consumo de pescado, la ingesta de mercurio y el riesgo cardiovascular. Parece que algunos estudios apuntan a que el consumo de pescado de lugares donde la concentración de mercurio sea elevada produciría menor efecto cardioprotector. Esto también podría explicar las discrepancias en los resultados entre diferentes estudios. Asimismo, se han llevado a cabo ensayos clínicos de prevención secundaria en los que se ha evaluado el efecto del consumo de ácidos grasos omega-3 sobre la enfermedad coronaria. Los resultados de estos estudios muestran que en el grupo que recibe ácidos grasos omega-3 se reduce el riesgo de sufrir enfermedad coronaria fatal y no fatal. El autor concluye que hay pruebas suficientes para recomendar el consumo de dos o más raciones de pescado a la semana para aquellos individuos que han padecido un infarto de miocardio. También se puede administrar cápsulas de aceite de pescado con un alto contenido en ácidos grasos omega-3. Para la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular se recomendaría del mismo modo un consumo semanal mínimo de pescado.
Palabras claves:
  • ÁCIDOS GRASOS OMEGA3
  • PREVENCIÓN
  • PESCADO
  • ENFERMEDAD CARDIOVAS
  • INFARTO DE MIOCARDIO

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.