Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 2004 (55)

En la prevención de la neuralgia postherpética los fármacos más útiles son los antivirales anteriormente descritos administrados precozmente, es decir dentro de las primeras 72 horas tras la aparición del episodio agudo. Una vez instaurado el episodio de neuralgia, el tratamiento puede ser desalentador, requiriendo el tratamiento por un médico especialista en el dolor, puesto que puede llegar a ser intratable. Así, a menudo, requiere la combinación de varios fármacos. Se trata de un dolor neuropático que responde mal a los analgésicos tradicionales, AINEs y opiáceos. Por ello se suele utilizar una escalada analgésica. Vista la dificultad del tratamiento de la neuralgia postherpética, la prevención de la misma presenta un papel crucial. Es por ello, que en los ancianos y otros enfermos potencialmente susceptibles de complicaciones en el herpes zoster, la educación es prioritaria. Así se les debe recalcar la importancia que presenta acudir al médico de cabecera lo antes posible ante los primeros síntomas del herpes zoster. Deben saber que con esto se consigue que la aplicación precoz del tratamiento antiviral actué como el mejor método preventivo de la neuralgia postherpética. En el primer escalón de tratamiento se sitúa el paracetamol. Se usa como monoterapia en casos de dolor leve y asociado a antidepresivos tricíclicos en los casos más graves. El ibuprofeno se ha mostrado ineficaz en el tratamiento de esta entidad. En el tratamiento inicial también se puede utilizar la vía tópica. Así, los parches de lidocaina durante 12 horas mejoraron el dolor en algunos estudios, aunque son necesarios 15 días para valorar la eficacia del tratamiento. También es eficaz por esta vía la capsaicina, pero su uso está limitado porque puede producir una sensación de quemazón que resulta intolerable en el 30% de los pacientes. Los antidepresivos tricíclicos, amitriptilina, desipramina y nortriptilina, resultan útiles, con un efecto analgésico independiente de su acción antidepresiva. Se usan a dosis bajas que se van elevando hasta que decrezca el dolor o sus efectos secundarios impidan continuar con la escalada de dosis. Suelen ser necesarios 4 semanas de tratamiento, siendo recomendable una duración de 4-8 semanas. En caso de fracaso, se pueden utilizar gabapentina y carbamazepina, especialmente en ancianos, puesto que se toleran bien, poseen menos contraindicaciones y menos interacciones que los antidepresivos tricíclicos.
Palabras claves:
  • ZOSTER
  • ACICLOVIR
  • ANTIVIRAL
  • FAMCICLOVIR
  • HERPES
  • NEURALGIA
  • VALACICLOVIR
  • VARICELA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.