Sesión Bibliográfica. 01 de Marzo de 2004 (57)

La menopausia, definida por la OMS como el cese permanente de la menstruación, se caracteriza hormonalmente por un descenso evidente de la actividad ovárica, biológicamente por la detención de la fertilidad, y clínicamente por la alteración del ciclo menstrual junto a otra variedad de síntomas. Se produce por el agotamiento de la función ovárica y la terminación de la capacidad reproductiva. Actualmente hay una serie de cuestiones planteadas respecto al tema de la menopausia. Así, se ha preconizado el tratamiento con terapia hormonal sustitutiva para combatir síntomas coincidentes con la menopausia, como cardiopatía isquémica u osteoporosis. Dicho tratamiento no asegura la desaparición de este riesgo, pero aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama o endometrio. También hay que tener en cuenta que el tratamiento obliga a la mujer a acudir al médico, continuar con la menstruación y a tomar medicamentos, lo que ha replanteado la indicación inicial de dicha terapia. Tampoco esta claro que la menopausia sea un factor de riesgo cardiovascular en general, a lo que hay que unir que las tasas de mortalidad coronaria y de fractura de fémur son menores en mujeres españolas que en anglosajonas o nórdicas sobre las que se han realizado la mayoría de los estudios. Se habla de menopausia patológica a aquella que se acompaña de síntomas, o que aparece antes de los 40 años. Los síntomas suelen ser vasomotores o genitales, y pueden durar meses o años. La menopausia biológica se produce a una edad media de 51 años, acelerándose uno o dos años por causa del tabaco, y retrasándose en casos de menarquía precoz, multiparidad y uso de anticonceptivos orales. Los sofocos son síntomas vasomotores que constituyen la principal causa de consulta de mujeres postmenopáusicas, afectando al 60-80% de estas mujeres y al 40% de las perimenopáusicas. Suelen resolverse sin tratamiento en 5 años. Se caracteriza por sensación de calor, sudoración, enrojecimiento facial y taquicardia, de duración, frecuencia e intensidad variable, que disminuyen con el tratamiento estrogénico de forma dosis dependiente. Psicológicamente, se puede observar humor depresivo, irritabilidad, disminución de la autoconfianza y ansiedad. Estos factores tienen una gran influencia sociocultural e individual, aunque también hay un papel en la disminución de estrógenos. Así, su suplementación puede dar mejorar la sensación de bienestar y la calidad del sueño, pero principalmente debido a la mejoría de los síntomas vasomotores.
Palabras claves:
  • OSTEOPOROSIS
  • SOFOCOS
  • BIFOSFONATOS
  • RALOXIFENO
  • HIPERTRIGLICERIDEMIA
  • MENOPAUSIA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.