Sesión Bibliográfica. 01 de Marzo de 2004 (57)

En España hay comercializados estrógenos vía oral, transdérmica e intravaginal. Los más utilizados son los estrógenos equinos conjugados, como valerianato de estradiol y estradiol micronizado. Estos fármacos presentan un intenso efecto de primer paso hepático, por lo que la vía transdérmica precisa menos dosis, tiene niveles séricos más estables, no afecta a la síntesis hepática de proteínas, ni a las concentraciones de triglicéridos y tiene menos efectos adversos. Por el contrario pueden producir alteración cutánea, por lo que se deben alternar el lugar de aplicación, que se realiza cada 4 días. La vía vaginal esta indicada para la atrofia urogenital, puesto que minimiza la exposición a estrógenos, y se puede usar de forma intermitente a largo plazo sin aumentar la incidencia de cáncer de endometrio. Los progestágenos se usan tan solo para prevenir el cáncer de endometrio asociado al uso de estrógenos como monoterapia, lo cual ocurre cuando se asocia al menos 10 días. Entre sus efectos adversos podemos citar sangrado vaginal, atrofia endometrial y amenorrea, fatiga, depresión, edema, molestias mamarias, insomnio, ictericia, cloasma y cambios de peso. Algunos autores han descrito relación entre la dosis de estrógeno y el cáncer de mama, por lo que se usan a la menor dosis efectiva. Los estrógenos se administran de modo continuo y los progestágenos de forma cíclica con sangrado periódico, o continua a mitad de dosis y con sangrado impredecible. La indicación de la terapia hormonal sustitutiva debe ser individualizada. Se pueden indicar en aquellas mujeres en que la intensidad de las alteraciones vasomotoras afecten a su calidad de vida y en los casos de menopausia precoz en que se puede mantener hasta los 45-50 años, momento en que de debe considerar la posibilidad de continuar o no. El sangrado vaginal no explicado y el embarazo son contraindicaciones absolutas de la terapia hormonal sustitutiva, mientras que antecedentes de cáncer de mama o endometrio, enfermedad tromboembólica o enfermedad hepática activa constituyen contraindicaciones relativas. Las mujeres con hipertrigliceridemia deben monitorizar sus niveles de triglicéridos a los 2-3 meses del tratamiento y usar vía transdérmica para evitar el primer paso hepático. En casos de hipertensión arterial se debe usar la mínima dosis posible, y por vía transdérmica. Los síntomas vasomotores se pueden tratar en pacientes en que la terapia hormonal sustitutiva este contraindicada o no sea tolerada con otros fármacos, menos eficaces, como clonidina, metildopa o varaliprida. Los progestágenos son tan útiles como los estrógenos en estos síntomas, y los fitoestrógenos pueden actuar como moduladores estrogénicos, aunque su uso aún no está avalado por muchos estudios. La osteoporosis se puede tratar con fármacos eficaces y con pocos efectos adversos, como bifosfonatos, calcitonina, calcio y vitamina D. El raloxifeno, a esta indicación le añade sus beneficios sobre el perfil lipídico y también parece que disminuye el riesgo de cáncer de mama. Para la prevención de la enfermedad vascular se deben abordar problemas como el sedentarismo, habito de fumar, dislipemias, hipertensión, diabetes, y obesidad.
Palabras claves:
  • MENOPAUSIA
  • OSTEOPOROSIS
  • SOFOCOS
  • BIFOSFONATOS
  • RALOXIFENO
  • HIPERTRIGLICERIDEMIA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.