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El consumo de plantas medicinales se encuentra actualmente en expansión, de modo que se estima que en Europa, actualmente constituye el 25% del mercado de medicamentos. Existen tanto medicamentos a base de plantas, autorizados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, de venta exclusiva en farmacias, y otros productos, con aspecto de medicamentos, pero que no lo son, y que además de en farmacias se venden en parafarmacias y herboristerías. Por último existen también medicamentos de prescripción médica que tienen origen vegetal. A menudo plantas medicinales y especialidades farmacéuticas comparten principio activo, pero a diferencia de los segundos, los preparados más o menos elaborados a base de plantas medicinales presentan un contenido de principio activo muy variable, por la variabilidad inherente al crecimiento, recolección, procesamiento y manipulaciones de las plantas medicinales. Existe la percepción de que los productos naturales son inocuos y ventajosos por su supuesto carácter natural. Por ello se les exige menos requisitos que a los principios activos utilizados en las especialidades farmacéuticas. Así, por ejemplo, se han realizado numerosos estudios para dilucidar la dosis optima de estrógenos, su posible implicación en enfermedad tromboembólica, cáncer de mama, el papel de los progestágenos para la protección del cáncer de endometrio, Por el contrario, los fitoestrógenos de la soja, que se utilizan por sus propiedades estrogénicas, no presentan ninguno de estos estudios. En cuanto a la inocuidad, en los últimos años se han presentado diversos casos de toxicidad a plantas medicinales. Así, hace pocos años se relacionó algunas plantas del género Aristolochia con casos de insuficiencia renal terminal, o más recientemente, que se han tenido que retirar del mercado una especialidad a base de té verde (Exolise®) utilizado como complemento en dietas de adelgazamiento, por la notificación de 4 casos en España y 9 en Francia de hepatotoxicidad grave asociada a su consumo. 0tros problemas que surgen con el uso de las plantas medicinales son la dificultad de estandarización de principios activos, confusión entre unas plantas y otras, y la adición de fármacos a las hierbas medicinales.