La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante inflamatoria del sistema nervioso central, de etiología desconocida, pero asociada a procesos autoinmunes. Se caracteriza por remisiones y recidivas que dan lugar a un estado de incapacidad crónica. El tratamiento actual incluye el uso de corticoides y otros potentes inmunosupresores para las exacerbaciones agudas de la enfermedad. La corticotropina i.m. (ACTH_LEO°) y la metilprednisolona i.v. (URBASON° ) se utilizan con frecuencia para combatir las recidivas, a pesar de que no existe evidencia de que influyan en el progreso de la enfermedad.
Entre los inmunosupresores, la azatioprina (IMUREL° ) es el que ofrece una mejor relación riesgo-beneficio, aunque también se han ensayado otros, como la ciclofosfamida (GENOXAL°), la ciclosporina (SANDIMMUN° ) y la isoprinosina (=metisoprinol )(BODARIL° ). A pesar de sus efectos adversos graves, la azatioprina retrasa la progresión de la enfermedad y reduce significativamente la frecuencia de recidivas. Recientemente, en USA, se ha aprobado el interferón-beta-1b recombinante (BETAFERON° ) para el tratamiento de la EM remitente-recidivante. Es el primer fármaco que ha conseguido alterar clínicamente el curso de la enfermedad, aunque falta conocer su eficacia y seguridad a largo plazo. Se administra por vía s.c. y su coste es muy elevado.
Palabras claves:
- AZATIOPRINA
- CORTICOIDES
- INTERFERON-BETA
- COSTE
- CICLOFOSFAMIDA
- EFECTOS-ADVERSOS
- CICLOSPORINA
- ADMINISTRACION
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.