Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1997 (8)

La quimioprofilaxis puede ser primaria, para evitar la primoinfección tuberculosa en personas con riesgo de contagio, y secundaria, para evitar que el infectado desarrolle la infección tuberculosa. La isoniazida es un fármaco muy eficaz para la prevención de tuberculosis activa, reduciéndola entre un 60 y 80% en pacientes con conversión tuberculínica confirmada. Una vez descartada la enfermedad, la quimioprofilaxis se realiza una sola vez en la vida del individuo, a dosis de 300 mg/día en adultos y de 5 mg/Kg en niños (sin superar los 300 mg), durante seis meses. En portadores del VIH la duración se prolonga hasta doce meses. Cuando exista posibilidad de infección por cepas resistentes a isoniazida, se recomienda realizar profilaxis con rifampicina. Estos regímenes con rifampicina, sola o asociada a otros medicamentos, están aún en fase de ensayo clínico, por los que aún no se dispone de datos de efectividad de los mismos. Ver ficha: ""Quimioprofilaxis de la tuberculosis: Indicaciones absolutas"" y ""Quimioprofilaxis de la tuberculosis: Indicaciones relativas""
Palabras claves:
  • ADMINISTRACIÓN
  • EDUCACIÓN
  • CUMPLIMIENTO
  • DURACIÓN
  • RIFAMPICINA
  • DOSIS
  • ISONIAZIDA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.