Sesión Bibliográfica. 16 de Abril de 2020 (623)

En la actualidad se dispone de 7 fármacos biológicos con indicación para la EM remitente recurrente.

La elección del tratamiento tiene en cuenta: las preferencias del paciente, la eficacia, seguridad, tolerabilidad, las comorbilidades, deseo gestacional, la vida media del tratamiento y el coste.

Fármacos de primera línea

Son los fármacos que se administran como tratamiento de inicio, conocidos como fármacos inmunomoduladores (se encargan de modular la respuesta inmunológica, pero habitualmente no la disminuyen). La eficacia es similar, aunque cada uno tiene algunas peculiaridades. 

Betaferón®, Avonex®, Rebif®, Plegridy® y Copaxone® son de administración subcutánea. Se recomienda no romper la cadena de frío y guardarlos en la nevera entre 2 y 8 ºC.

A la hora de la administración se recomienda sacar el medicamento media hora antes para que se atempere, y rotar los lugares de inyección, siempre administrando en tejido sano. Se puede aplicar hielo antes y después de la inyección para reducir el dolor, pero es importante que la solución a inyectar no esté fría. Después de la administración se puede masajear suavemente, pero no frotar.

Los efectos secundarios más frecuentes de los interferones son el síndrome pseudogripal (dolor de cabeza, fiebre, escalofríos, dolores musculares y articulares, debilidad y cansancio) y reacciones en el punto de inyección. Para reducir estos síntomas, se recomienda administrar el medicamento antes de acostarse y utilizar fármacos antiinflamatorios. Otros efectos secundarios frecuentes son náuseas y vómitos, picor y depresión.

Fármacos de segunda línea

Son natalizumab (Tysabri®), alemtuzumab (Lemtrada®), ocrelizumab (Ocrevus®) y como tratamiento oral fingolimod (Gilenya®) y cladribina (Mavenclad®).  Se administran cuando, a pesar de recibir un tratamiento diferente, se siguen produciendo brotes o signos de actividad. Son fármacos inmunosupresores, con eficacia muy alta, pero con efectos secundarios muy importantes.  También pueden ser usados inicialmente en pacientes con formas graves de inicio.

Natalizumab, alemtuzumab y ocrelizumab se administran en el hospital de manera ambulatoria. Se administran en perfusión endovenosa y necesitan monitorización por parte de los especialistas. Al ser fármacos inmunosupresores, se ha de tener en cuenta que los pacientes tienen un riesgo elevado más elevado de infecciones oportunistas.

Se debe comunicar al médico el embarazo o deseo gestacional para retirar el tratamiento o buscar la alternativa más adecuada.

Interacciones:

Los agentes biológicos no presentan muchas interacciones con otros principios activos, exceptuando la combinación con otros fármacos inmunosupresores.

No se recomienda la administración simultánea de vacunas vivas atenuadas y fármacos biológicos. Sí se pueden administrar las vacunas frente a la gripe y el neumococo.

Se ha notificado que los interferones disminuyen la actividad de las enzimas hepáticas dependientes del citocromo P-450, en seres humanos y en animales. Debe tenerse precaución cuando se administren asociados a medicamentos con un estrecho índice terapéutico y cuyo aclaramiento dependa en gran manera del sistema hepático del citocromo P-450, por ejemplo los antiepilépticos y algunas clases de antidepresivos.

Otros aspectos a tener en cuenta: Son medicamentos de dispensación hospitalaria ambulatoria y su prescripción ha de ser realizada por un facultativo especialista implicado en el tratamiento de la enfermedad.

MÁS INFORMACIÓN EN AULADicaf:

Medicamentos biológicos: Indicaciones, papel en terapéutica y seguridad.

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NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.