Sesión Bibliográfica. 30 de Abril de 2020 (625)

La cloroquina y la hidroxicloroquina, ambas 4-aminoquinolinas, sugeridas como tratamientos potenciales para COVID-19, han sido investigadas en al menos 80 ensayos que incluían cloroquina, hidroxicloroquina o ambos, en combinación o no con otros medicamentos, y están registradas en todo el mundo.

Muchos estudios han demostrado que las 4-aminoquinolinas son activas in vitro contra una variedad de virus y en cultivos celulares, así como en estudios en animales en virus como el de la gripe aviar (H5N1) o el Zika han sido variables. En las células infectadas por el virus de Epstein-Barr, por ejemplo, la cloroquina aumentó la replicación viral y en un estudio, redujo la transmisión del virus Zika a la descendencia de cinco ratones infectados.

También inhibió la replicación del virus del Ébola in vitro pero causó un rápido empeoramiento de la infección por Ébola en cobayas y no hizo ninguna diferencia en la mortalidad en ratones y hámsters.

En la infección por el virus chikungunya, la cloroquina fue activa en estudios de laboratorio pero empeoró el curso clínico de la infección en monos macacos.

En cuanto a su uso clínico la cloroquina también ha llevado a decepciones, por ejemplo, aunque inhibió el virus del dengue en algunos cultivos celulares, no acortó la enfermedad en un estudio aleatorizado de 37 pacientes y, aunque los estudios de laboratorio sugirieron actividad contra el virus de la gripe, no previno la infección en un gran ensayo aleatorizado.

La hidroxicloroquina y la cloroquina inhiben el SARS-CoV-2 in vitro, y un comentario chino, que menciona 15 ensayos, informó que, “Hasta ahora, los resultados en más de 100 pacientes han demostrado que el fosfato de cloroquina es superior al tratamiento de control para inhibir la exacerbación de neumonía", sin dar más detalles. Una descripción preliminar de uno de esos ensayos, un estudio aleatorizado controlado con placebo de dos dosis diferentes de hidroxicloroquina en 62 pacientes con hallazgos radiológicos de neumonía pero sin hipoxia severa, informó pequeñas mejoras en la temperatura corporal y la tos en el grupo de tratamiento de dosis más alta. Sin embargo, los puntos finales especificados en el protocolo publicado diferían de los informados. Los resultados en el grupo de dosis baja no se describieron y el ensayo parece que se interrumpió prematuramente.

Según los informes, un estudio abierto y no aleatorio de hidroxicloroquina, respaldaba la eficacia en 20 pacientes, pero el diseño del ensayo fue deficiente y los resultados no eran confiables: la medida de eficacia fue la carga viral, no un punto final clínico; y las evaluaciones se realizaron el día 6 después de comenzar el tratamiento.

Los defensores del uso de las 4-aminoquinolinas, han argumentado que la hidroxicloroquina es ampliamente utilizada y segura, y su uso se ha autorizado por la FDA. No obstante, no se garantiza que ningún medicamento sea seguro, y el uso amplio de hidroxicloroquina expondrá a algunos pacientes a daños raros pero potencialmente fatales, incluidos graves reacciones adversas cutáneas, insuficiencia hepática fulminante, y arritmias ventriculares (especialmente cuando se prescribe con azitromicina); sobredosis es peligrosa y difícil de tratar.

Son necesarios urgentemente tratamientos efectivo para COVID-19 y se están realizando algunos ensayos que, sin duda, arrojarán  algo de luz sobre la eficacia y seguridad de cloroquina e hidroxicloroquina, pero la prevención mediante una vacuna o tratamiento con medicamentos que se dirigen a estructuras específicas del virus tienen más probabilidades de éxito que los medicamentos antiguos que pueden funcionar en el laboratorio pero carecen de datos que respalden su uso clínico. No debe suponerse que ninguna intervención es eficaz, ya que incluso fármacos inicialmente respaldados por evidencia de efectividad pueden resultar más dañinos que beneficiosos. Se han retirado demasiados medicamentos debido a reacciones adversas después de mostrar una promesa clínica. Son necesarios mejores ensayos controlados aleatorios de cloroquina o hidroxicloroquina con una potencia adecuada. Por ahora, a excepción de las medidas de apoyo, la infección con SARS-CoV-2 no tiene tratamiento.

Palabras claves:
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  • Seguridad
  • COVID-19
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NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.