Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1997 (8)

La vulvovaginitis por Candida aparece normalmente sin un factor precipitante, excepto en pacientes diabéticas no controladas. En algunas mujeres aparece al tomar antibióticos. El riesgo de presentar vulvovaginitis parece superior en aquellas mujeres que toman anticonceptivos orales con alto contenido en estrógenos y en las que utilizan esponjas vaginales y material intrauterino. En la candidiasis vulvovaginal el pH vaginal no se altera (4-4.5). Su sintomatología incluye prurito, descamación, eritema vulvar, edema y cambios en las secreciones. El tratamiento con antimicóticos tópicos consigue curar en más del 80% de los casos la vulvovaginitis por Candida. Aunque es más recomendable la utilización de un derivado azólico (fluconazol) por vía oral, ya que la frecuencia de curación es superior. La administración de una dosis única (150 mg de fluconazol) es suficiente en vulvovaginitis no complicada y prácticamente no presenta efectos adversos. Los azoles orales están contraindicados en el embarazo. En candidiasis complicada (con inflamación o paciente de riesgo por diabetes, inmunosupresión,…) se necesita un tratamiento más largo, de 10 a 14 días. La candidiasis recurrente (4 ó más episodios de vulvovaginitis al año) responde a tratamientos de mantenimiento de 6 meses. Las alternativas terapéuticas incluyen ketoconazol (100 mg/día), itraconazol (50-100 mg/día) fluconazol (100 mg/semana) y clotrimazol (500 mg/semana – óvulos vaginales). Si el tratamiento fracasa, por tratarse de una Candida resistente, puede responder a la aplicación tópica de ácido bórico (600 mg/día, durante 2 semanas) o flucitosina tópica.
Palabras claves:
  • REURRENCIAS
  • KETOCONAZOL
  • ITRACONAZOL
  • ANTIMICOTICOS
  • IMIDAZOLES
  • BÓRICO
  • FLUCONAZOL
  • FLUCITOSINA
  • EMBARAZO
  • CLOTRIMAZOL
  • DOSIS
  • VULVOVAGINITIS

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.