Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1998 (9)

Las quemaduras son la agresión traumática más dolorosa que puede sufrir el hombre, su gravedad es función de la extensión, profundidad, localización, etiología, edad y estado general del paciente. La asistencia inmediata en las quemaduras depende de la etiología: Por llamas: tumbar al accidentado al suelo, apagar las llamas y no quitar la ropa. Por líquidos calientes: enfriar con agua tibia o alcohol y sacar la ropa. Eléctricas: separarlo de la red con precaución y reanimar. Quemaduras químicas: neutralizar el agente causante o lavar con agua abundante durante más de 20 minutos, excepto por cal viva, que debe eliminarse primero el polvo. En el ojo lavar los fondos de saco ocular, instilar un anestésico y un midriático, nunca pomada. Después se debe calmar el dolor y hacer profilaxis antitetánica. El tratamiento tópico de las quemaduras pretende evitar la contaminación y favorecer la cicatrización. En caso de eritema solar es útil el uso de emolientes y protectores, si hay picor e inflamación importantes puede recomendarse el uso de corticoides tópicos de baja potencia. Si son quemaduras profundas, pueden utilizarse preparados enzimáticos y prevenir infección local. La sulfadiacina argénica es un buen germicida, que debe aplicarse cada 12 horas para prevenir o tratar las infecciones. En quemaduras leves raramente están indicados los antibióticos sistémicos. Las lesiones deben mantenerse húmedas a base de gasas con agua tibia o suero fisiológico.
Palabras claves:
  • SULFADIACIINA-ARGENT
  • INFECCIONES
  • ANTIBIOTICOS
  • RECOMENDACIONES
  • CONSEJOS
  • PRIMEROS-AUXILIOS
  • PREVENCION
  • URGENCIA

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.