Los resultados de dos pequeños ensayos muestran que la colonización de la flora intestinal humana por cepas bacterianas probióticas varía mucho de persona a persona. No parece estar completamente comprobado que los probióticos ayuden a restablecer el equilibrio natural de la flora intestinal después de la terapia con antibióticos. Tomar probióticos puede incluso inhibir la regeneración de la flora intestinal natural después del tratamiento con antibióticos. Los expertos aconsejan cierta reserva al administrar probióticos.
Una de las posibles medidas que se han propuesto para prevenir las infecciones agudas del tracto urinario, sin tener que recurrir al uso de antibióticos, es beber más agua para eliminar las bacterias más rápido. En un estudio aleatorizado que incluyó mujeres premenopáusicas se demostró que el aumento de la ingesta de líquidos disminuyó significativamente la cantidad de episodios de cistitis, prolongando además el tiempo entre episodios recurrentes.
El uso a largo plazo de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) puede estar relacionado con un mayor riesgo de cáncer de pulmón. Este es el resultado de un estudio observacional a gran escala. Sin embargo, el aumento en el riesgo absoluto es bajo y las limitaciones de este estudio no permiten una conclusión definitiva. Se necesitan más ensayos a largo plazo. A día de hoy, por tanto, no hay razón para cambiar la estrategia e imponer o aconsejar una prescripción más cautelosa de los IECA.
A diferencia de los resfriados virales, la gripe puede provocar muchas complicaciones. El equipo de farmacia desempeña un papel central tanto al reconocer las señales de advertencia de una posible complicación como al aconsejar medidas farmacológicas o no farmacológicas apropiadas para la situación. En situación de gripe existen medicamentos que deben ser evitados.
Erenumab es la primera terapia de anticuerpos monoclonales registrada en la prevención de las migrañas. Administrado por vía subcutánea una vez al mes, este medicamento reduce la cantidad de días de migraña: aproximadamente de 1 a 3 días menos de migraña por mes que el promedio con placebo. Los efectos secundarios más comúnmente observados son reacciones en el lugar de inyección, estreñimiento, espasmos musculares y picazón. Por el momento no se pueden evaluar los riesgos a largo plazo, particularmente con respecto a los eventos cardiovasculares.
Un estudio evaluó la influencia del peso corporal sobre el efecto del ácido acetilsalicílico (AAS) en la prevención cardiovascular. Las dosis bajas de AAS (75-100 mg) fueron efectivas solo en pacientes con un peso entre 50 y 69 kg. En contraste, las dosis altas (≥ 325 mg) mostraron un efecto protector solo en pacientes que pesaban 70kg o más. Una dosis individualizada de AAS adaptada al peso y la altura podría mejorar claramente la prevención de enfermedades cardiovasculares.
La infección vulvovaginal más común es la candidiasis. Los síntomas de la candidiasis vulvovaginal son secreción blanquecina, viscosa e inodora y picazón en el área genital. El tratamiento estándar para la candidiasis vulvovaginal sin complicaciones se basa en antifúngicos azoles locales.
A corto plazo, las benzodiacepinas causan confusión y trastornos cognitivos, especialmente en los ancianos. A largo plazo, los resultados discordantes de los estudios disponibles no establecen un vínculo causal entre el uso de benzodiacepinas y el riesgo de demencia, pero se necesitan más estudios a largo plazo.
El baclofeno se usa, a veces en dosis altas y fuera de etiqueta, en pacientes con dependencia del alcohol. En Francia, una especialidad basada en baclofeno ha obtenido una autorización de comercialización para tratar el alcoholismo. La evaluación de la eficacia y seguridad de este tratamiento ha dado lugar a varios estudios. Los resultados obtenidos son mixtos, algunos estudios son positivos sobre el criterio principal del ensayo, otros negativos. Las autoridades francesas han limitado la dosis diaria máxima a 80mg y aconsejan reducir las dosis de los pacientes que toman dosis más altas. Esta decisión es controvertida.
Los estudios clínicos muestran cierta eficacia de la azitromicina en la reducción de la frecuencia de exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica durante un año. Por el momento no se conoce si este se prolongado más allá de este periodo ni cuál es la dosis óptima. El uso de azitromicina, por otro lado, se asocia con un aumento de bacterias resistentes y también con un pequeño aumento en el riesgo de muerte cardiovascular, lo cual es particularmente preocupante en pacientes con EPOC grave que a menudo se acompaña de insuficiencia cardíaca.
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.